La sal es un tipo de limpieza de lo más efectiva para limpiar las
piedras energéticas. ¿Cómo puedes hacerlo, y en cuáles?
Cuando notas que un mineral ya no vibra correctamente o no está cumpliendo su propósito, es el momento de que limpies y cargues ese cristal. Así recuperará sus propiedades y su tipo de energía ideal. ¿Puedes limpiar piedras con sal? Sí… y no.
En este artículo te contamos por qué la sal es un método de limpieza perfecto para algunos minerales, y te indicamos cuáles no deberían pasar por este proceso.
¿Por qué limpiar piedras con sal?
Hay diferentes motivos por el que las piedras naturales pueden perder su vibración: por desgaste de energía, por cruzarse con vibraciones de otros minerales, personas o situaciones, por ser determinadas épocas del año…
La clave es encontrar la forma de mantenerlos en vibración con su propósito para el universo. Y también limpiar de manera física. La sal es una buena idea porque:
- La sal tiene propiedades absorbentes, por lo que acaba con la humedad del ambiente y ayuda a eliminarla de los minerales.
- También, gracias a su textura abrasiva, ayuda a eliminar suciedad y depósitos superficiales en las piedras. Esto también ayuda a acabar con microorganismos como bacterias u hongos.
- La sal se considera un purificador energético, acabando con las energías negativas no deseados de los minerales.
- Puede ayudar a neutralizar cargas electromagnéticas que acumulan los minerales a lo largo del tiempo.
Cómo limpiar minerales con sal
Solución salina. Disuelve 1 cucharada de sal por cada taza de agua tibia. Coloca la piedra totalmente sumergida un máximo de 24 horas. Enjuaga con agua corriente y sécala con un paño muy suave.
Método en seco. Llenar un recipiente con sal marina y colocar las piedras directamente sobre la sal. Dejar al menos 24 horas. Después, sacudir para quitar cualquier residuo y limpiar con un paño seco.
Qué piedras no se pueden limpiar con sal
Por suerte, la sal está en un 2,5 de dureza en la escala de Mohs. Esto significa que los minerales que estén por encima de ella en dureza (hasta el 10) pueden admitir su limpieza, pero por debajo deberías evitarlo para no tener ralladuras o incluso fracturas. Algunos minerales y metales por debajo son:
- Dimorfita, idrialita, plomo, talco, todorokita, estaño.
- Ámbar, aluminio, bismuto, calcio, cobre, lignita, magnesio, oro, perla, plata, yeso, zinc.
No limpiar con sal debido a la porosidad del mineral
Los minerales porosos son aquellos que tienen una estructura con muchos espacios vacíos en su interior, por lo que pueden absorben líquidos o ser dañados por la propiedades abrasiva de la sal. Estos tampoco deberían limpiarse con agua corriente o utilizar agua con sal. Algunos de ellos son: turquesa, malaquita, selenita, ópalo, hematita, ametrino, labradorita.
¿Cómo puedes limpiar estas piedras? Para una descarga y carga energética, prueba con el humo de la salvia o palo santo, sonidos de cuencos tibetanos o campanas, y aprovechar la luz de la luna.oca (cuarzo cristal), selenita o esmeralda.
¿No sabes cómo aprovechar la luna llena y el resto de sus fases para devolver la vibración original de tus minerales? Te lo contamos en nuestro artículo “Cómo limpiar y cargar piedras en luna llena”.
Otras piedras que no limpiar con sal (pero sí con agua)
Si sumergimos en agua dulce uno de estos minerales, no hay peligro de que rallen o peligre su estructura. Eso sí, debemos alejarlos de cualquier producto salino. Estas piedras son: amatista, cuarzo rosa, aventurina, celestina, calcita, obsidiana y fluorita (aunque esta última secar al momento con cuidado).
En este grupo también entraría la esmeralda.
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