La limpieza y mantenimiento de minerales y piedras preciosas te ayudará a que estas conserven su lustre, color e integridad durante más tiempo.
Hay siete características básicas asociadas a las piedras naturales: sistema cristalino, color, dureza, fractura, exfoliación, lustre (brillo) y peso específico. Para conservar todas estas, especialmente el color y el lustre, debes cuidar las piedras de manera idónea.
Aquí te contamos los principales cuidados para los diferentes tipos de minerales, para mantener sus propiedades intactas.
Estos consejos son generales, pero cada mineral es un mundo. Aunque pondremos algunas especificaciones,recuerda consultar con el lugar de compra.
1. ¿Dónde cuidar las piedras?
El primer paso es saber en qué lugar debes almacenar tus piedras y minerales o, al menos, en qué sitios es mejor no tenerlas expuestas.
Como normal, debes evitar las temperaturas y humedad extrema. Para ello, busca lugares secos lejos de la luz solar (si es en exterior, mejor , evitando los sitios cerrados como pequeños armarios o la nevera.
Si te has preguntado cómo cuidar una piedra amatista, un cuarzo rosa o una celestina, estas son piedras especialmente sensibles a los rayos UV. Utiliza cortinas si decides colocarlos cerca de una ventana.
2. Cómo manejar las piedras para moverlas
Puede parecer una obviedad, pero evita caídas o zonas en las que puedan ser golpeadas, para evitar fracturas y astillamientos. Guarda también las piedras por separado, para evitar que se rayen entre sí.
¿Quieres saber cuál es la dureza de un mineral, es decir, la capacidad que tienen de rayarse unos a otros? Entonces quieres información sobre la escala de dureza de una piedra preciosa, en nuestro artículo “La Escala de Mohs: cómo determinar la dureza del mineral”.
Si es en formato joya, evita llevarlas durante la práctica de actividad física o situaciones en las que se expongan a golpes o sustancias químicas (por ejemplo, cuando realices la limpieza en casa).
3. Si quieres cuidar las piedras, practica una limpieza adecuada
Un paso a paso cuando quieras limpiar la superficie de tus minerales:
- En general, utiliza agua a temperatura ambiente o algo tibia. El agua muy caliente o muy fría puede causar un choque térmico y, por tanto, grietas o fracturas.
- Elige un jabón neutro sin fragancia.
- Hay dos técnicas de limpieza: sumergir en agua jabonosa y usar un paño suave para limpiar su superficie; usar un cepillo de dientes de cerdas suaves ligeramente humedecido. Realiza movimientos circulares, así evitar rayar la superficie.
- Es importante secarlos completamente, con un paño limpio y seco primero, después en un ambiente cálido pero no directamente bajo la luz del sol.
- Hay algunos minerales que admiten aceites para realizar el brillo. Después de comprobar si el tuyo lo admite, aplica una pequeña cantidad con un paño suave y seco.
¡Cuidado! La selenita, la turquesa y otros minerales solubles o porosos no son recomendables para el agua o el aceite posterior.
Si quieres profundizar en cómo limpiar una amatista, limpiar la piedra cuarzo de cualquier color u otros minerales, te recomendamos echar un vistazo a “Cómo limpiar piedras con los materiales adecuados”. También verás qué piedras admiten el agua en su limpieza.
4. Cuidar la energía de las piedras
Puede que te preocupe la limpieza energética tanto como la física. Entonces te recomendamos que, para que estas vibren de la mejor forma posible, realices una limpieza regular para limpiar las energías negativas. Después debes realizar algún método para cargar de energía positiva.
La luz de la luna es ideal para limpiar y cargar la energía de la mayoría de las piedras. Incluso el reflejo de la luna puede ayudar a muchas de ellas cuando están toda la noche sumergidas en agua con sal marina o sal gruesa.
También te recomendamos realizar meditación con tus piedras, con la intención en tu mente de forma clara y directa. Si interactúas frecuentemente con tu piedra y repites tus afirmaciones cerca de ellas, ayudarás a conservar la vibración y propósito de tu mineral por mucho más tiempo.
Tip: Según su lustre y color, cómo cuidar las piedras
Un resumen de cómo mantener bien tus minerales según sus características. Recuerda que cada mineral es un mundo, y estos son consejos generales.
- Lustre vítreo. Como el cuarzo o la turmalina. La exposición solar directa puede decolorarlos.
- Lustre metálico. Como la pirita o la hematita. Más susceptibles a la oxidación, por lo que mejor lugares secos (si tienes bolsitas de gel de sílice cerca, mejor).
- Lustre resinoso. Como el ámbar o algunas variedades de ópalo. Más vulnerables a los arañazos, y pueden agrietarse más fácilmente. Humedad controlada y no limpies con productos químicos.
- Colores oscuros. Como la obsidiana o turmalina. Menos propensos a la decoloración, pero sí a los arañazos y a que estos se noten. Usa envolturas suaves para almacenar.
- Colores intensos. Como la amatista o turquesa. Pueden perder su saturación con la exposición directa al sol. Mejor limpiar solo con agua fría/fresca y un paño de material suave.
Los minerales más saturados (colores violetas, azules, rojizos) o lustres como resinoso o graso son los que más cuidados requieren.
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