Desde hace milenios, los sabios de diferentes culturas han utilizado la vibración de las piedras para alejar energías y negativas y solucionar males físicos, emocionales y mentales.
Piedras de sanación que curan cuerpo, alma y mente. Entre la variedad de minerales naturales que se encuentran en la actualidad, todos ayudan a diferentes aspectos de nuestro bienestar.
En este artículo vamos a profundizar en los minerales curativos principales, sus propiedades y para que los ha destinado la holística y la medicina alternativa. Hablamos de manifestar,y de cómo los cristales de sanación pueden ayudarnos.
la manifestación y las piedras de sanación
La manifestación es una herramienta que conecta mente y universo, es decir, la posibilidad de hacer tus ideas realidad. El dicho “pide y se te concederá” o “si piensas en algo con muchas ganas, se cumple” son una forma sencilla de explicarlo. Pero hay mucho más detrás.
El universo, tú, las piedras curativas y el resto de elementos vibran a frecuencias distintas. El primer paso es que tu consciente (tus objetivos) se alinee con tu subconsciente (tu comportamiento, casi el total de tu actividad mental). Si te comportas de acuerdo a lo que persigues, ya tienes gran parte del camino hecho.
Una vez que ya has conseguido el cambio propio, la siguiente parada del camino es estar en armonía con la energía del universo. Aunque es más complejo, aquí es donde entran en juego las piedras energéticas. Cada una tiene una energía vibrante diferente, que se asocia a un efecto sobre tu bienestar, tus objetivos, tu comportamiento. Esta energía viene de la naturaleza y, por tanto está en armonía con el universo. Sólo hay que elegir adecuadamente una de las piedras que curan.
Principales piedras de sanación
Aquí un listado con las piedras de sanación diferentes aspectos vitales. Recuerda que, estén en bruto o pulidas, vibran con la misma intensidad.
- La pirita vibra con la prosperidad del universo. Activa ideas y habilidades. A nivel curativo se asocia a beneficios para el sistema respiratorio, digestivo y el circulatorio.
- El jade verde se asocia a la buena fortuna y a la capacidad de amar, al 4º chakra. Es por tanto un impulsor del amor universal. Entre sus funciones a nivel físico, fomenta la fertilidad (una tradición milenaria china) y elimina impurezas del cuerpo.
Otras piedras que ayudan a la fertilidad son la piedra luna, la cornalina, el granate y la crisocola. Todas de gran energía Yin, conectando con el Sagrado Femenino.
- El ojo de tigre busca la libertad de quienes lo poseen. Muchas personas la utilizan para protegerse de males de ojo y energías negativas. En el plano directo de la sanación, puede ayudar a la mente con la depresión y los pensamientos intrusivos, también alivia el dolor de cabeza.
- La turquesa es una piedra antiinflamatoria y desintoxicante. Ayuda con la regeneración de tejidos y calma los nervios a los que tienen que enfrentarse a un simposio en público. Favorece también la vitalidad a través del correcto descanso.
- Onix. Considerada una piedra de sanación que da fuerza y vigor a los que la utilizan. A nivel curativo se dice que funciona en estructuras de dientes y huesos, además de reducir dolores agudos.
- Shungit. Su capacidad para neutralizar campos electromagnéticos es de sobra conocida, pero también se puede utilizar para purificar el agua gracias a su propiedad anti-bacteriana. Ayuda a fortalecer y estabilizar la energía corporal, calmando el dolor.
En el diccionario de Vives de la Cortada tienes decenas de minerales y sus propiedades de curación asociadas. Mira por ejemplo lo que dice sobre la turquesa.
Los cuarzos y la sanación
Los diferentes tipos de cuarzo han sido utilizados desde hace siglos en diferentes rituales de sanación, gracias a sus propiedades únicas y a la suavidad de su energía. Aunque hay más tipos, estos son los que podrás encontrar más fácilmente.
- Cuarzo rosa. Considerada la piedra del corazón, conecta con la paz interior y ayuda a la realización personal (muy asociado a la manifestación). Permite liberar las emociones reprimidas.
- Cuarzo verde. Es una de las piedras que curan desde el equilibrio. Aporta estabilidad y calma emocional y, como el cuarzo rosa, también desbloquea el chakra corazón (aunque en menor medida). Tiene un gran efecto antiinflamatorio para la piel, y también se utiliza para la zona ocular.
- Cuarzo citrino. Se asocia a la fuerza solar y a la creatividad, por lo que es muy usado a la hora de emprender. Ayuda a desarrollar la voluntad y la vitalidad. En términos de sanación, favorece la asimilación a nivel nutritivo.
- Cuarzo azul. Se asocia al 5º chakra y, por tanto, a la garganta y a la comunicación, a la forma de expresarte. Ayuda a relajar el cuerpo y a descansar. Se utiliza en afecciones de gargante, desinflamando y equilibrando el sistema.
- Cuarzo ahumado. Se utiliza para conectar la luz del universo con el plano físico (otra piedra muy adecuada para manifestar). Promueve la calma emocional. Físicamente ayuda con los calambres y con la retención de líquidos.
- Cuarzo blanco. Las propiedades del cuarzo blanco transparente se merecen un apartado propio.
Si quieres comprar cuarzo natural y que no te engañen, entonces debes echar un vistazo a nuestro artículo «Cómo comprar cuarzo natural«. Recuerda que el rosa es uno de los más falsificados.
El poder del cuarzo blanco, la piedra de sanación por excelencia
Si conoces las propiedades del cuarzo cristal sabrás que, en forma de cuenco o superficie, ayuda a limpiar las energías externas de otros minerales y a que recuperen su vibración original. Esta forma que tiene de limpiar y renovar la energía es el principal motivo por el que se considera la mejor piedra para sanar.
El cuarzo blanco se utiliza en limpiezas espirituales pues equilibra la energía de cuerpo, alma y mente.
El cuarzo blanco está alineado con el 7º chakra, pero también funciona para equilibrar la energía de los otros 6. Junto a otros minerales potencia sus propiedades, también las de curación. Es muy útil también para calmar las emociones y conseguir serenidad. En el ámbito mental mejora la memoria y la concentración.
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