
El Larimar es una gema única de origen volcánico, tan especial que solo se encuentra en un punto del planeta: la República Dominicana. Su tono azul, que recuerda al mar tropical y al cielo despejado, la ha convertido en una piedra muy apreciada tanto por su belleza como por su energía calmante y espiritual.
Conocido también como “Piedra del Atlántico” o “Piedra de los delfines”, el Larimar está vinculado a la serenidad, la comunicación emocional y la conexión con los planos más elevados de la conciencia. Su energía evoca el agua y el aire, los dos elementos que simbolizan la fluidez y la expansión.
A lo largo de este artículo, exploraremos las propiedades del Larimar, sus características físicas y energéticas, su historia, y su relación con los signos del zodiaco y los chakras.
Características del Larimar
El Larimar es una variedad de pectolita, un mineral de silicato de calcio y sodio que adquiere su color azul gracias a la presencia de pequeñas cantidades de cobre. Su aspecto suele presentar vetas blancas y turquesas que crean patrones naturales semejantes a las olas del mar.
Descubierto en 1974 en la provincia de Barahona (República Dominicana), este mineral es exclusivo de la isla, lo que lo convierte en una gema semipreciosa muy codiciada y símbolo del Caribe.
- Composición química: Silicato de calcio y sodio con cobre.
- Sistema cristalino: Triclínico.
- Color: Azul celeste, turquesa, azul verdoso o con vetas blancas.
- Dureza: 4,5 – 5 en la escala de Mohs.
- Brillo: Sedoso a vítreo.
- Densidad: 2,7 – 2,9 g/cm³.
- Yacimientos: Exclusivamente en la República Dominicana, en la zona de Los Chupaderos, Barahona.
El Larimar suele trabajarse en pulidos y cabujones para joyería, especialmente en colgantes, pendientes y anillos, donde su color azul natural recuerda la calma del océano.


Origen y propiedades espirituales del Larimar
El nombre Larimar combina “Larissa”, el nombre de la hija del descubridor, con “mar”, en referencia a su característico color azul marino. Desde entonces, se la considera una piedra ligada al océano, la pureza y la comunicación interior.
En la tradición espiritual, se dice que el Larimar proviene de la energía perdida de la Atlántida, siendo un cristal de transformación y sabiduría ancestral. Está asociado al equilibrio entre mente y corazón, ayudando a encontrar serenidad, claridad y confianza en los procesos emocionales.
Su vibración suave y envolvente conecta con la energía del elemento agua, ayudando a disolver emociones estancadas y promoviendo el fluir natural de la vida.
El Larimar y su energía
El Larimar es una piedra de calma, claridad y comunicación. Su energía refrescante recuerda la paz de las olas y el movimiento constante del mar.
Entre las principales propiedades del Larimar destacan:
- Equilibrio emocional: calma la mente y reduce el estrés, ideal para quienes viven con ansiedad, irritabilidad o exceso de pensamientos.
- Comunicación y expresión: favorece la comunicación clara, empática y sincera, ayudando a decir lo que se siente sin miedo.
- Serenidad y paz interior: armoniza el cuerpo emocional y mental, aportando sensación de bienestar y apertura al diálogo interno.
- Sanación emocional: se usa en terapias para limpiar bloqueos en el chakra garganta y conectar con la energía del amor compasivo.
- Elevación espiritual: potencia la meditación, la conexión con planos superiores y la apertura del corazón a la energía universal.
El Larimar es una piedra profundamente femenina, asociada a la energía del Yin: la calma, la intuición, la receptividad y la fluidez. Ayuda a sanar emociones vinculadas con el miedo, la culpa o la tristeza, y a reconectar con la confianza interior.
El Larimar y los chakras
El Larimar está principalmente vinculado al chakra garganta (Vishuddha), el centro energético de la comunicación y la verdad interior. Su color azul celeste armoniza este chakra, permitiendo expresar los pensamientos y emociones desde un lugar de calma y autenticidad.
Más sobre el 5ºchakra
El chakra garganta (Vishuddha) es el centro energético que expresa la conexión entre el interior y el mundo exterior. Representa la comunicación auténtica, la expresión creativa y la verdad personal. Cuando está en equilibrio, permite hablar con claridad, escuchar con apertura y manifestar las ideas desde la coherencia interior. La turquesa, con su vibración azul, potencia este equilibrio, ayudando a liberar bloqueos expresivos y a reconectar con la energía universal de la palabra y la autenticidad.
También conecta con el chakra corazón (Anahata), ayudando a abrirse al amor propio y a relaciones más equilibradas. Al trabajar ambos chakras, el Larimar fomenta la coherencia entre lo que se siente y lo que se comunica.
Durante la meditación, puede colocarse sobre la garganta o el pecho para liberar tensiones, equilibrar la voz interior y fomentar una comunicación más consciente y amorosa..
Propiedades del Larimar en el plano físico
Aunque su función principal es energética y emocional, también se le atribuyen beneficios físicos relacionados con la relajación y el bienestar general:
- Calma tensiones musculares y dolores relacionados con el estrés.
- Favorece la respiración profunda y la oxigenación del cuerpo.
- Ayuda a regular el sistema nervioso y a mejorar la calidad del sueño.
- Equilibra la presión arterial y apoya el sistema inmunológico.
Estas cualidades lo convierten en una piedra ideal para personas con rutinas exigentes o que buscan integrar serenidad y descanso en su vida cotidiana.
El Larimar y la astrología
En el plano astrológico, el Larimar está especialmente asociado a los signos de Piscis, Acuario, Libra y Cáncer, todos ellos de naturaleza sensible o emocionalmente profunda.
- Piscis: potencia su intuición natural y lo ayuda a mantener el equilibrio entre lo espiritual y lo terrenal.
- Acuario: refuerza su comunicación y le permite expresar ideas con mayor serenidad.
- Libra: equilibra su necesidad de armonía y le aporta claridad en la toma de decisiones.
- Cáncer: brinda contención emocional y confianza en su sensibilidad.
En todos los casos, el Larimar actúa como un puente entre la mente y el corazón, calmando las aguas emocionales y aportando estabilidad energética.


Cómo usar la piedra Larimar
El Larimar puede usarse en joyas o como piedra de meditación. Su contacto directo con la piel amplifica su efecto calmante y armonizador.
- Como colgante: protege el chakra garganta y mejora la comunicación emocional.
- En el hogar o lugar de trabajo: colocado en espacios donde se necesite paz, ayuda a purificar el ambiente.
- Durante la meditación: sostenido entre las manos o sobre el corazón, induce relajación y conexión espiritual.
Para mantener su energía limpia, puede purificarse con agua de mar, humo de salvia o colocándola sobre una drusa de cuarzo blanco.









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